España reafirma su deber con la investigación y rastreo de las ciudades pesqueras de la Antártida

El Gobierno de España ha reafirmado, un año mucho más, su deber con la actividad de investigación y rastreo de las ciudades de interés comercial de las especies marinas que habitan en aguas de la Antártida.

 

La delegación de españa, que incluía a especialistas de la Secretaría General de Pesca y del Centro Español de Oceanografía, participó en la 40ª asamblea de forma anual de la Comisión para la Conservación de los Elementos Marinos Vivos de la Antártida (CCRVMA), que concluyó la madrugada del 29 de octubre.

 

En esta cuadragésima asamblea, conmemorada por videoconferencia, se han aprobado para la próxima campaña las pesquerías exploratorias y de investigación que ejecuta España adjuntado con otros países. Esta pesca científica se efectúa bajo los auspicios y el consejos del comité científico de la citada Comisión. La información que aportan los científicos es de enorme valor para el saber de los elementos y de los ecosistemas de una zona tan esencial en todo el mundo desde el criterio ambiental.

 

Las medidas de conservación acordadas dejarán consolidar la pesca científica de españa, que da los datos precisos para el rastreo de las ciudades de peces en la Antártida por la parte del Centro Español de Oceanografía.

 

También, la Comisión ha aprobado una declaración solemne con motivo de haber cumplido 4 décadas ininterrumpidas de colaboración en todo el mundo en la conservación de los elementos marinos antárticos. En la citada declaración, en cuya redacción participó activamente España, se moderniza el deber de todos las partes contratantes de la CCRVMA para proseguir haciendo un trabajo a fin de que esta organización se sostenga a la cabeza de los sacrificios para desarrollar una administración fundamentada en los ecosistemas y consolidar la protección y empleo racional de los elementos vivos marinos de la Antártida, sobre la base de la mejor ciencia libre. Se resalta además de esto que la pelea contra la pesca ilegal todavía es una de sus tareas mucho más esenciales.

 

La Comisión para la Conservación de los Elementos Vivos Marinos Antárticos fue construída en 1982 por una convención en todo el mundo, con la meta de preservar la fauna y flora marina de la Antártida, y como reacción al interés creciente en la explotación comercial del krill antártico y a la explotación excesiva de otros elementos vivos marinos del Océano Austral.

 

España es parte contratante, al lado de la Unión Europea y múltiples Estados integrantes, de esa organización en todo el mundo que forma una parte del Sistema del Tratado Antártico.

 

En la temporada 2020/2021, trece partes contratantes de la CCRVMA, entre ellas España, formaron parte de pesquerías y también Investigación de las especies de Austromerluza negra (Dissostichus eleginoides), Austromerluza antártica (Dissostichus mawsoni), Draco rayado (Champsocephalus gunnari) y krill antártico (Euphausia superba).

Fuente original